La pasada semana terminábamos preguntándonos ¿quien nos escuchaba? a raíz de los datos del EGM.
Me lleve una sorpresa cuando encendí el teléfono después de terminar el programa.
En él tenia un mensaje diciendo.
-“Yo también os escucho, desde Irak”- Padre Ángel.
¡Aquello me lleno de alegría!
Porque nos escucharan desde tan singular lugar del mundo, y por quien lo hacia.
¡El padre Ángel!
Ese Ángel de luz que viaja por el mundo, llevando alegría, ternura y una caridad bien entendida, acercando a los más necesitados un poco de esperanza y ánimo, además de comida, cobijo, calor y AMOR, de ese con mayúsculas.
Bendiciones para él y, para todos los que como él, se dedican a los demás, sin llenar las redes sociales de bonitas palabras que no sirven de nada.
Estoy cansado de recibir mensajes, de cientos de personas, que no hacen más que mandar, en las redes sociales de moda, “supuestas frases hechas y bonitas”, que no sirven de nada.
El movimiento se demuestra andando.
Como hace el padre, con sus años a cuestas y, con más marcha que todos los jóvenes, esos que se enganchan al teléfono y a las redes para decir frases vacías, sin hacer nada más.
Los ejemplos y la acción, son los que sirven en este mundo nuestro.
Un mundo donde los tambores de guerra siguen sonando. En Gaza, en Israel, en Ucrania, en Siria, en Irak, en África y, en tantos y tantos lugares del planeta olvidados.
Mientras, en otros lugares del planeta, con el mundial ese de Brasil, por ejemplo, las gentes lloran desconsoladas por que el balón no ha entrado en la portería, o ha entrado demasiado.
Me sorprendía viendo, en Alemania, o en Argentina, en Brasil, en Holanda, en Colombia, a cientos de miles de personas en las calles, llorando, sufriendo, expresando emociones a corazón abierto, como si en eso les fuera la vida, porque uno u otro equipo, ganaba o perdía sus encuentros.
¡Que mundo este!
Va a ser verdad lo que decía el otro padre, Salvador Freixedo, que los dioses, esos con minúsculas, se alimentan de las emociones de los seres de este planeta.
De ahí las guerras y la sangre y, las emociones que se desbordan por el futbol y demás comeconciencias que nos inventan e invaden…
Bueno, será así, si así es…
¿O se podrá cambiar?
Si os vais de vacaciones, que sean felices, feliz trabajo, y mejores ocasiones para seguir vivos y disfrutando, aprendiendo y, gozando de nosotros y de nuestros semejantes.
Me voy a seguir al Padre en las redes, o donde sea, que creo que tiene mucho que contar… a ver en ¿que parte del mundo esta dejando un poco de AMOR?…
A ver si aprendo de él un poco.
Ah, los de la foto no lloran porque les falte algo o por miserias… sino por que su equipo de futbol ha perdido…
Feliz semana.
Miguel Blanco.
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