Nos vamos a Albacete para participar en el congreso de “Vida después de la vida” que organiza nuestro amigo Rafael Campillo.
Una cita obligada en estas fechas de otoño desde que, allá por el 2001, organizará su primera edición.
Casi 1000 personas van a asistir a él. Y es todo un logro, en estos tiempos que vivimos.
Mucho más, cuando los beneficios del congreso se dedican a acciones altruistas.
Sobre todo para ayudar a Mensajeros de la Paz, del Padre Ángel.
Por eso asistimos a él.
Y por la temática. Seguimos creyendo que hay una vida después de ésta.
Una vida que dependerá de cómo vivamos ésta. Sin cielos luminosos, ni infiernos oscuros, eternos, ni terroríficos.
“Esa otra vida”, dependerá más de cómo hayamos vivido ésta y, sobre todo, de la comprensión que hayamos logrado en estos años de tránsito sobre este planeta nuestro.
Aunque siempre prefiero pensar que, lo que hay mas allá, será más cercano a los cielos prometidos que, a cualquier otra cosa que nos hayan ofrecido para meternos miedo.
Los cielos, nos esperan…
Es nuestro destino, ese que llevamos en los genes, en nuestro ADN.
Así que para eso nos andamos preparando, aunque no seamos conscientes de ello.
Con dolor y sufrimiento muchas veces, no sabemos hacerlo de otra forma aun.
Así deberá de ser, si no es de otra manera.
En Albacete os esperamos, para compartir, abrazarnos y adquirir más información sobre la vida que espera más allá de ésta.
Pero, mientras, a vivir ésta con pasión, a apurarla al máximo.
Feliz semana a todos. A seguir disfrutando de este otoño caluroso y esplendido que la vida nos regala.
Nos vemos en Albacete, si queréis venir a daros un salto hacia el más allá.
Feliz semana.
Miguel Blanco.
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