Ya estamos de vuelta.
Nuestro periplo por Asia concluyó y, ya estamos listos para éste nuevo tiempo que se abre ante nosotros.
Las gracias, a ese nutrido grupo de personas que, nos acompaño en la aventura asiática por tres países, India, Nepal y Bhutan. Gracias a todos, ha sido un placer compartir ese tiempo, veros día a día, con la ilusión por descubrir lugares nuevos.
Lugares que, a pesar del cansancio,--vaya subida la del Nido del Tigre, en Bhutan, casi 6 horas de trekking para arriba y abajo, por esa montaña mágica- hasta llegar al Nido de ese Tigre, ese Buda que se asentó allí, en el risco mas alto de la zona, para divisar la tierra y acariciar los cielos.
¡Todos llegamos! Fue la meta final de nuestra peregrinación en el país de la felicidad.
Un país lleno de derrumbes, de carreteras cortadas, de fortalezas y monasterios únicos.
Con el aeropuerto más peligroso del mundo, cortado entre las montañas y, donde la gente vive, un poco al margen de nuestro mundo de prisas.
Por poco tiempo… ya vimos como se preparaban para los turistas que amenazaban con llegar a uno de los destinos mas exclusivos de la tierra… la globalización ya les alcanza también a ellos…
Nuestra última etapa fué en Nepal, en el templo de Shiva. En Pashupatinath.
El lugar donde se creman a los muertos.
Fue una alegoría. Una vida que acaba con la esperanza en la vida nueva.
Un viaje que concluye, es el inicio de los próximos que nos esperan.
Las gracias a todos los que nos acompañaron y a todos los que nos cuidaron durante el viaje. Sobre todo a Rajir Shrestha. Nuestro sabio acompañante durante todo el viaje. A Kharka Pradhan y su gente en Bhutan…
A Bibhushan Raj, en Nepal, por su comida “española” en el Mediterráneo, su restaurante en Katmandú. ¡Que rica sabe un poco de comida de la tierra, en lugares tan lejanos! Gracias por tus tortillas por tu gazpacho… todo un lujo en esos mundos de Dios.
Al regreso, solo nos queda gratitud por todas las bendiciones recibidas.
Eso y un poco de decepción.
Bhutan que se prometía como uno de los últimos paraísos del planeta… ya casi ha dejado de serlo.
A muchos, nos recordaban sus paisajes, a nuestros valles del norte, de Galicia, de Cantabria, de Asturias.
A lo mejor no hace falta, para buscar la felicidad, viajar tan lejos, hasta esos “horizontes lejanos”. En nuestros valles, sean donde sean, a la puerta de nuestra casa, quizás esté esperándonos.
Pero tuvimos que ir hasta allí para darnos cuenta de ello. Y nos sirvió para ello y, para descubrir a esas nuevas personas, “de la familia” que nos acompañaron en la aventura.
Iniciamos ahora un nuevo viaje.
El de la nueva temporada del programa.
¡Atentos, llega con cambios!.
Cambiamos de día. A partir de ahora estaremos en la madrugada del sábado al domingo, a la misma hora, de 2 a 4. Una hora antes en Canarias.
En ese espacio os seguiremos esperando con la pretensión de seguir la búsqueda…
Buen regreso a todos.
Y buen camino a partir de ahora.
Feliz semana.
Miguel Blanco.
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