Ya estamos a punto de terminar estas “extrañas” fiestas en las que, las gentes se lanzan a las calles, a cumplir con los ritos, en los nuevos templos, en las nuevas catedrales modernas, esos centros comerciales, que jalonan todas las geografías de nuestro mundo.
En los últimos días, los nuevos fieles, se han lanzado a esos lugares de culto a: comprar.
¡A comprar como si fuera el fin del mundo! A cumplir con los mandamientos de la nueva religión, a consumir.
¡Y a fe de muchos que, los están cumpliendo y bien!
Pero todo acaba y, esta fiesta esta a punto de hacerlo.
Nos queda, sólo, la visita de los magos…
Ya se les ve por los caminos acercándose.
Hemos de aprovechar para pedirles nuestros deseos, antes de que “ellos” también desparezcan tras la fuerza de la nueva religión.
Cada año, se les ve más débiles. Ellos se alimentan de la creencia de los seres humanos, de la fe, en que lo mágico, aun existe.
Pero aquí, en nuestro mundo, ocurre como en el “País de Fantasía”,- la nada avanza, cada día mas- borrando la fe, la magia y, a veces, nuestros sueños.
Aprovechemos estos días que quedan hasta su llegada, para realizarles nuestras peticiones.
Yo tengo mucho que pedir, por eso me retiro ahora, con vuestro permiso.
Sobre todo son deseos, peticiones, que no se pagan con dinero.
De esos que no se encuentran en los modernas catedrales del consumismo.
Con permiso, os dejo.
Que los santos “Reyes Magos de Oriente” os colmen de deseos, de sueños realizados, de esperanza, de ilusiones, de vida. De salud, de abundancia, de armonía, de amor.
Amen.
Feliz semana.
Miguel Blanco.
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