viernes, 1 de marzo de 2013

Hay luz al final de túnel

 Esta semana se nos fue el Papa, quizás, acosado por las aguas turbulentas del Vaticano, y en medio de un hecho insólito e histórico, que traerá muchas repercusiones en medio de un país sin gobierno, Italia, la cuarta economía de Europa, que puede arrastrar a todo el euro a la debacle.
Vivimos tiempos convulsos sin duda, en donde los signos se nos muestran con claridad, aunque no queramos verlos.
Ese rayo en la cúpula del Vaticano, tiene mucho que decirnos, aunque quizás, tardemos en comprenderlo.
Y no hay que estar impasibles ante tantos acontecimientos.
La revolución silenciosa se caracteriza por empujar, desde donde estemos, en silencio, casi sin que se nos note, desde nuestra actual posición, hacia metas más altas, claras y beneficiosas para todos.
No sólo para unos pocos, como hasta ahora ha estado ocurriendo.
Pocos, pero con conciencia, somos muchos y los cambios se pueden lograr.
!Hay luz al final del túnel!
Se puede salir del agujero en el que nos han metido los banqueros y los políticos y optar por una sociedad más justa, más limpia, más libre y, más solidaria.
Donde los principios vertidos por los grandes maestros de la historia, por todos conocidos, a estas alturas, se hagan por fin realidad.
Esa es la gran apuesta del momento histórico que vivimos.
Es la oportunidad que todos tenemos. Solo hay que empujar, desearlo, crearlo y, ponernos en marcha con pequeños actos.
Acciones que se multiplicarán con el ejemplo, por todo el planeta, creando el tsunami que se había profetizado para estas fechas que vivimos.
Es la gran oportunidad y deberíamos aprovecharla.
En ese camino seguimos… Buscando respuestas, personas que nos aporten datos e informaciones para entender y comprender mejor este momento
Y seguiremos haciéndolo, mientras podamos, mientras nos dejen.
Os animamos a ello…
Y os deseamos feliz semana y, que disfrutéis del espacio abierto al infinito que, desde aquí, os ofrecemos.
 
Un placer, como siempre, servir de mensajeros, como decía el Padre Ángel, de Mensajeros de la Paz.

Miguel Blanco.


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