viernes, 26 de julio de 2013

El sueño americano

      Nos sorprende la semana con una tremenda tragedia en Galicia.
En Santiago de Compostela, la puerta de la cristiandad, la meta del camino… y justo el día del patrono.
Decenas de vidas rotas, de familias destrozadas, de heridos.
Y frente a ello, el esfuerzo de cientos de vecinos, de voluntarios, de personal de sanidad y de emergencias, demostrando su entrega, su solidaridad.
Las dos caras de la moneda, de la realidad, una vez mas, enfrentadas.
No sabemos, aun, la lección que esto nos querrá enseñar.
Pero ha elegido el camino del dolor para mostrárnosla.
Nuestro sentimiento de unión a las victimas, con el deseo de que pronto alcancen la luz, y que el transito hacia su destino sea dulce y breve, a los heridos que se recuperen pronto y, a sus familiares, el deseo de que comprendan pronto el dolor de la perdida.
Santiago, el guerrero, a las puertas de su casa, nos lanza un mensaje que, aun no sabemos comprender.
Que lo aprendamos pronto, suavemente, sin mas dolor.
Al otro lado del mundo, una ciudad ejemplo del desarrollo empresarial, de pujanza, se derrumbaba.
La noticia, apenas ocupaba algunos segundos en los informativos, como si no quisieran mostrárnosla, pero era el ejemplo de un camino equivocado.
 
Este era el resumen de lo que se publicaba:
“El corazón industrial de Estados Unidos y símbolo de su grandeza, está agonizando. La historia de Detroit (Michigan), la que fue capital mundial del automóvil y de la discográfica Motown, ha dado un giro de 180 grados. La crisis global ha perjudicado profundamente la economía de esta ciudad estadounidense que ya se encontraba "tocada". El sueño americano se esfumó para muchos”.
Detroit se hundía. Los habitantes, de la otrora esplendida ciudad, huían de ella, reconociendo el desastre de un mundo equivocado que no acaba de ver sus errores.
Cientos de casa abandonadas, calles vacías, edificios desvencijados…
Esa era la imagen de la desolación, de la equivocación.
Y el mundo, prefería mirar a otro lado.
¿Dónde ha quedado el sueño americano?. ¿El engaño de un mundo de luces ruidos y prisas?
Mientras, los trenes, que parece, que van muy deprisa, son obligados a detenerse bruscamente.
Que el patrono no nos deje equivocarnos mas y , nos enseñe el camino de la dulzura para aprender. Para comprender.
 
Triste semana.
Que aprendamos las lecciones.

Miguel Blanco.


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