Hace 50 años que Martin Luther King pasó a la historia con
su frase " Hoy tengo un sueño"
La famosa sentencia fue pronunciada en Washington ante más
de 200.000 personas.
Significaba y reunía las esperanzas de millones de
afroamericanos en Norteamérica.
Un sueño que, 50 años después, aún no se ha acabado de
cumplir.
Ha pasado el tiempo, ese que corre desbocado, y el mundo
sigue a falta de sueños e ideales que cumplirse.
La historia se repite.
Seguimos con guerras y rumores de guerras. Esta vez en
Siria.
En oriente medio vuelven a oírse los tambores de guerra, con
amenazas de conflictos de magnitud inimaginable.
La esclavitud continúa en el mundo. Esta vez cebándose en
los más pequeños: los niños.
Lo hemos podido ver con nuestros propios ojos: en América,
en África y en Asia.
Niños de 6 años trabajando 15 horas diarias, acarreando
pesos imposibles o ayudando a fabricar artículos que luego
consumimos en nuestro mundo civilizado.
En 1958, el mismo Martín Luther King, pronunciaba en su
discurso "La medida de un hombre" esta otra frase famosa:
"Todo lo que vemos ahora es una sombra de todo lo que
veremos”
Todo lo que nos rodea, y que no deseamos ver, es una sombra
gigante de lo que estamos proyectando hacia el futuro.
¿Cuántos sueños hace falta que se cumplan para lograr que
los hombres aprendamos a convivir, a vivir en paz y armonía?
Si Martín levantara la cabeza diría que: ¡Muchos!
Y hoy, 50 años después de esa famosa frase, aboguemos por un
mundo de sueños.
De sueños cumplidos y realizados.
Por un mundo en el que no queden sueños por cumplir, desde
el mas pequeño, al mas grande y ambicioso.
En ello seguiremos poniendo nuestro empeño.
Por nuestra parte, volvemos al camino…
Y seguimos en las ondas, tratando de llenar de aire fresco
este final de verano que ya se anuncia.
Disfrutad de lo que queda de él.
Feliz semana.
Seguimos encontrándonos en el camino.
Miguel Blanco.
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