viernes, 21 de febrero de 2014

El país de la felicidad


Preparando uno de los viajes de este verano, he descubierto un país muy original.
Se le conoce como el país del dragón de los truenos, debido a que en las creencias locales, los truenos son el sonido de dragones rugientes.
Se trata de una nación pequeña y montañosa del sur de Asia.
Localizada en el tramo oriental de la cordillera del Himalaya entre India (estado de Sikkim, que le separa de Nepal) y China (región de Tíbet), su capital es Timbu.
Un país desconocido que abrió sus fronteras al mundo exterior, hace muy pocos años.
Tienen una serie de extrañas costumbres:
-Desde 2004 está prohibida la venta de tabaco, como medida del rey para mejorar la salud de su pueblo.
-Todos los habitantes pasan el día a día con la vestimenta tradicional, como medida impuesta por el gobierno para conseguir la felicidad.
-Cuando un hombre entra en un edificio público, debe ponerse la bufanda, una prenda que varía según la clase social y jerarquía.
-Los menores de 3 años no se entierran. Se lanzan al río o se llevan a las montañas para dejarlos a merced de los buitres.
-Cuando alguien muere y, si la familia se lo puede permitir, se clavan 108 estacas en una colina con banderas blancas que tienen escritas oraciones.
-Los martes, para mejorar la salud de los ciudadanos, es el día seco. Los bares cierran y no se bebe.
En 1999 llegó la televisión.
Y lo que es más significativo:
El rey, quinto rey dragón de la dinastía, se llama: Jigme Khesar Namgyal Wangchuck y ha promulgado el eslogan: Felicidad Interna Bruta.
Los principales valores de la cultura se resumen en 3: felicidad, igualdad de género y preservación medioambiental.
¿Os imagináis un país así?
¿Un lugar donde la medida de sus habitantes no sea el dinero, las posesiones materiales, las riquezas, sino LA FELICIDAD de sus habitantes?
Pues existe…
Se llama Bután y, éste año vamos a ir a visitarlo.
Yo anduve por allí a finales de los 90… y me quedé prendado con la naturalidad y viveza de sus gentes.
Quiero volver a visitarlo para seguir creyendo que la felicidad de las gentes existe en este mundo y, es la moneda de cambio de una sociedad.
Estáis invitados…
Hay que conocer esos paraísos antes de que acaben con ellos.

Feliz semana.
Nos vemos en este espacio en blanco.
Miguel Blanco.


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