Llega el otoño.
La vida comienza a cambiar a nuestro alrededor. Los colores, los olores…
Qué pena que, muchos de nosotros, solo lo sepamos porque ya ha llegado el otoño a los grandes almacenes…
La única forma de darnos cuenta de que la vida cambia a nuestro alrededor es, para muchos, ir a esas grandes catedrales modernas que se ha montado el consumismo que nos rodea: Los grandes almacenes, los centros comerciales.
Bueno, pues “ellos” ya anuncian que el otoño ha llegado.
Y con él, etapa de cambios, de silencios, de retiros…
Por nuestra parte, saldremos a los campos de este país nuestro a verlo, a olerlo, a sentirlo.
Sin dejar que se nos escape, como otras veces, en silencio, anunciando el tiempo de fríos y reflexión, sino tratando de aprovechar lo que nos tare… que es mucho.
Y con este nuevo tiempo, llegan, sin avisar, las tormentas, algunas arrasadoras… lo vemos en estos días en muchas partes de nuestro país.
Todavía muchos se atreven a decir eso “de que el cambio climático no está en marcha”
La naturaleza sigue manifestándose, esta vez de forma tumultuosa.
Como “la cosecha de círculos”, ese misterio que aun prevalece en nuestros campos. Mandando mensajes a estos seres humanos ciegos y sordos a sus señales…
Y en silencio, se nos fue un Ángel. Uno de esos que velan por nuestro bienestar.
Se lo llevo el “ébola” esa extraña enfermedad que se ha cebado en África.
Manuel García Viejo, el religioso de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios (OHSJD) infectado por ébola en Sierra Leona, donde trabajaba como director médico de un hospital del país, ha fallecido este jueves en el Hospital Carlos III de Madrid.
Nuestro recuerdo, reconocimiento y gratitud a él, por todo su trabajo.
Menos mal que aún nos quedan Ángeles, silenciosos, en este otoño nuestro. Ojala sepamos apreciarles.
Feliz semana.
Miguel Blanco.
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