Esta semana pasada hemos batido el record de descargas con
nuestro programa.
Un 100% de popularidad en la última emisión y, un número de
descargas increíble: Cientos de miles…
Eso significa que os gusta nuestro trabajo. Algo que todo el
equipo agradecemos.
Seguiremos en esa línea, tratando de encontrar temas que nos
aporten respuestas y un poco de aire fresco en este tiempo,
tormentoso, que vivimos.
Y como hemos de ser -políticamente correctos- esta semana,
silenciamos nuestros comentarios sobre la actualidad.
Trataban sobre vallas para evitar la entrada, en el mundo de
las luces, de seres desesperados.
¡Que pena que tengamos que poner vallas entre los seres
humanos!
Para dividir el mundo. Para separar a las familias.
Las hemos visto en muchos lugares del mundo.
En la frontera de EEUU con México. Entre Israel y Palestina.
En Europa.
Costo casi un siglo derribar el muro que dividía el este de
Europa del oeste.
Pero sin aprender la lección, seguimos alzando muros.
Muros para defendernos de todo aquello que es diferente a
nosotros.
A veces, cuando veo a un inmigrante (que extraña palabra), a
un ser humano del sur, de África, de Senegal, de Gambia o de
cualquier otro país, me pregunto si no estarían mejor en sus
lugares de origen.
En esas playas que hemos conocido cuando viajábamos por sus
países. En esos poblados… al menos rodeados de sus familias,
de sus tradiciones…
¡Vallas del mundo… fuera!.
Seremos políticamente correctos.
Para serlo, iremos a la “Taberna del derviche blanco” a
encontrarnos con lo diferente, con lo extraño, con lo
misterioso.. Que es la esencia de la vida, de Dios.
Por allí os espero…
Hay mucho ambiente.
¡No os lo perdáis!
Feliz semana.
Miguel Blanco
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